La sal es la principal fuente de sodio en la dieta. La sal que consumimos se absorbe directamente en el tubo digestivo y entra en el torrente sanguíneo. El excedente es filtrado y eliminado por los riñones al mismo tiempo que la cantidad necesaria de agua. Sin embargo, aunque es esencial para el organismo, el consumo de sal no debe ser demasiado elevado en nuestra dieta.

Repercusiones del consumo excesivo de sal en la salud

La sal, factor de riesgo de muchas enfermedades cardiovasculares

El consumo excesivo de sal puede tener un impacto negativo secundario en el sistema cardiovascular en su conjunto. Existe una relación directa entre el exceso de sal en la dieta y la hipertensión arterial. Los genes que controlan la presión arterial también regulan la reabsorción de sal en los riñones.

Factor de desarrollo del cáncer de estómago

Cuando se consume demasiada sal, se corre el riesgo de padecer cáncer de estómago. Un consumo elevado de sal favorece la gastritis atrófica. Con el tiempo, la gastritis atrófica desemboca en cáncer de estómago.

Otros peligros relacionados con el consumo de sal (en exceso)

  • El exceso de sal obstruye las arterias que rodean los riñones, lo que provoca insuficiencia renal.
  • Un exceso de sal aumenta el riesgo de osteoporosis. Un nivel elevado de sal en la sangre aumenta la eliminación de calcio por la orina durante varios años, lo que puede provocar una reducción de la densidad mineral ósea y un empeoramiento de la osteoporosis.
  • El sistema nervioso simpático, que regula muchas de las funciones corporales, también paga el precio del exceso de sal, con neuronas hipersensibles que dañan los órganos.

¿Cómo reducir el consumo de sal?

Para reducir la cantidad de sal en la dieta, hay que aprender a elegir los alimentos. En la medida de lo posible, reduzca o limite los alimentos procesados. Lo ideal es optar por alimentos crudos, sin preparar (menos sal). Algunas reglas a seguir:

  • Evite el agua mineral demasiado rica en sodio
  • Como aperitivo, tendemos a consumir productos salados: sustitúyelos por cerezas, manzanas o fruta de temporada cortada en bastones o pequeños dados para mojar en una salsa de yogur o de queso fresco y hierbas, o por bolitas de melón y frutos secos (ciruelas pasas, uvas, etc.).
  • Preste atención a los productos industriales que consume: lea atentamente las etiquetas para identificar los alimentos más salados. No te fíes del sabor.
  • Para desayunar, prefieres la mermelada a la mantequilla salada. Si sigue una dieta estricta sin sal, debería optar por los biscotes “reducidos en sodio”. Por ejemplo, los copos de maíz son 4 veces más salados que los mueslis.

Puede reducir el consumo de sal en casa:

  • reducir la cantidad de sal añadida al agua de cocción;
  • prefiriendo entrantes como hojaldre con queso o salmón ahumado;
  • cocinar tus propias comidas;
  • Come queso sólo una vez al día; sustitúyelo por yogures o postres lácteos;
  • elegir productos bajos en sodio;

Consejos

La OMS recomienda que la sal consumida esté “enriquecida” con yodo. Un compuesto esencial para el desarrollo sano del cerebro en el feto y el niño pequeño.

  • “La sal marina no es “mejor” que la sal refinada simplemente porque sea “natural”. Sea cual sea el origen de la sal, es el sodio el responsable de los problemas de salud.
  • Algunos alimentos ricos en sal no parecen tan salados porque a veces se añaden otros ingredientes, como azúcares, para enmascarar su sabor. Es importante leer las etiquetas para conocer el contenido de sal.
  • Ideas preconcebidas como “Sólo las personas mayores deben preocuparse por la cantidad de sal que consumen” o “Reducir la sal podría ser perjudicial para mi salud” son falsas.

Consumir demasiada sal aumenta la tensión arterial a cualquier edad. También es muy difícil comer poca sal, ya que está presente en muchos alimentos cotidianos.

Consejos

  • Añada sabor a las comidas sin abusar de la sal utilizando especias (comino, cúrcuma, curry, nuez moscada, cebolla o ajo en polvo, jengibre fresco, vinagre balsámico, hierbas aromáticas (albahaca, orégano, etc.), etc.).
  • Cuando cocine carne y verduras, sustituya la sal por diversas mezclas aromáticas o hierbas de Provenza.
  • Condimente las ensaladas de pescado y verduras crudas con zumo de limón.