Es fácil encontrar excusas para seguir siendo sedentario y desterrar poco a poco la actividad física de tu rutina. Para algunos es la sobrecarga de trabajo, para otros el ajetreo diario y, a veces, simplemente pereza. Sea cual sea la causa de esta falta de ejercicio, nadie puede negar los beneficios del deporte para la salud. Como resultado, muchas personas hacen intentos poco entusiastas de (re)iniciar la actividad física, pero abandonan sin remedio al cabo de un tiempo. Aquí tienes diez consejos que te ayudarán a hacer del deporte una actividad para toda la vida sin grandes esfuerzos.

1. Hacer un chequeo

La actividad física contribuye necesariamente al bienestar del organismo. Pero a veces, para que un determinado órgano o parte del cuerpo funcione correctamente, se recomiendan una o varias actividades. Para saber cuáles son, hay que revisar el balance. En principio, el chequeo médico debe realizarse anualmente. Una visita al médico le dará los mejores consejos posibles sobre qué actividades físicas debe (re)iniciar.

2. Elige actividades que te gusten

Algunos deportes nos resultan más fáciles de practicar que otros. Además del asesoramiento especializado, existen preferencias individuales. Para algunos es el yoga, para otros la natación, el running, la gimnasia… Sea cual sea su preferencia, a menos que su médico le aconseje lo contrario, no dude en practicarlo con frecuencia. Cuando disfrutas con la actividad, sientes menos el esfuerzo que supone hacerla. No dudes en animar la sesión con música, por ejemplo, si te ayuda a mantener la energía.

3. Planificar las sesiones de ejercicio

Para cosechar los beneficios de la actividad física, es vital ser regular y constante en los esfuerzos. Muy a menudo, la excusa que dan quienes abandonan el deporte es la falta de tiempo. Pero a veces se trata simplemente de una mala planificación. Si has decidido retomar el deporte (de nuevo) desde hace tiempo, es importante enmarcar tus sesiones en un calendario riguroso y ceñirte a él.

4. No descuides el calentamiento

En todo, es importante escuchar a tu cuerpo y conocer tus límites. Puede que al principio estés muy motivado, pero no debes olvidar lo básico. Como dice el refrán, “si quieres llegar lejos, ve lo bastante lejos”. Muy a menudo, las primeras sesiones de ejercicio tras un periodo de inactividad van acompañadas de dolores musculares y otras molestias. Puedes reducirlos o incluso evitarlos calentando. Ya sea antes o después de hacer deporte, no descuides los estiramientos durante 5 o 10 minutos. Sea cual sea la actividad física, las sesiones de estiramientos deben permitir trabajar todo el cuerpo.

5. Mantenerse bien hidratado

La actividad física va de la mano de la transpiración. También es fácil deshidratarse durante el ejercicio. Para evitar la casi insoportable sensación de sed, llévate una botella de agua durante cada sesión deportiva. Además, el agua aporta al organismo las sales minerales que necesita para funcionar correctamente. Beba antes, durante y después de la actividad física.

6. Encontrar el ritmo

La mayoría de las veces, cuando decidimos hacer deporte (de nuevo), es para perder esos kilos de más o recuperar la forma. Para conseguirlo, tendemos a hacer los ejercicios más difíciles a un ritmo frenético. Como resultado, uno se cansa muy rápidamente y es fácil rendirse al cabo de unos días. Le recomendamos que elija la regularidad en lugar de la intensidad. Es mejor poder hacer 30 minutos de deporte cada día durante varios años que tres horas al día durante un mes. Cada cuerpo reacciona de forma diferente. Para (re)empezar, puedes elegir sesiones cortas y eficaces y, con el tiempo, evaluar tus capacidades para encontrar el ritmo que más te convenga.

7. Seguir una dieta sana y equilibrada

El deporte no siempre garantiza una buena salud. Esto debe ir acompañado de un estilo de vida saludable. No tiene sentido hacer deporte y seguir picoteando de todo y de nada. ¿Le gustaría experimentar los beneficios de la actividad física? Combínalo con una dieta sana y equilibrada. No te saltes comidas. Asegúrate de que tu plato esté equilibrado. Para ello, puedes consultar a un nutricionista que podrá indicarte lo que necesitas. Y no ignore el famoso consejo de “comer al menos cinco frutas y verduras al día “.

8. Practicar con otras personas

Muchos ejercicios físicos pueden hacerse solos. Pero eso no significa que no tengas el mismo horario que los demás. A veces sacamos nuestra motivación de los demás. Si te da pereza hacer ejercicio por tu cuenta, plantéate apuntarte a un gimnasio para compartir sesiones con gente que probablemente tenga los mismos objetivos que tú. O haz ejercicio en pareja, con la familia o los amigos. Hacer ejercicio en grupo hace que la actividad física sea más divertida y mucho menos pesada.

9. 9. Fijación de objetivos

¿Por qué decidió volver a hacer deporte? ¿Para adelgazar? ¿Adoptar un estilo de vida más saludable? Sea cual sea tu motivación, tenla presente cuando practiques. Mejor aún, márcate objetivos diarios, semanales y mensuales. Pero procura fijarte objetivos realistas para poder alcanzarlos. Perseguir un objetivo concreto multiplica por diez tu fuerza de voluntad y te permite seguir adelante.

10. Mantente positivo

El hecho de que no hayas conseguido alcanzar tus objetivos no significa que debas rendirte después de la primera semana. En el deporte, como en muchos otros ámbitos de la vida, es importante ser siempre positivo. Tenga en cuenta que, tras un largo periodo de inactividad, no todo sucederá de la noche a la mañana. Cuando te invadan el desánimo y los pensamientos negativos, sustitúyelos por los objetivos que te has marcado. Tómate tu tiempo para valorarte, teniendo en cuenta lo que queda por hacer.

Volver a hacer deporte no es fácil. Cuanto más te entregues a un estilo de vida sedentario, más difícil te resultará recuperar los buenos hábitos. Así que deja de poner excusas y vuelve a hacer deporte. Su salud y su bienestar están en juego.