Los romanos la utilizaban por su aroma y sus propiedades terapéuticas. Hoy en día, la lavanda es una de las plantas medicinales más populares en fitoterapia. Especialmente útil para tratar el nerviosismo, los trastornos digestivos y los problemas articulares.

Descripción de la lavanda

La lavanda es un arbusto de unos 30 a 60 cm de altura, con ramas delgadas y hojas pequeñas y puntiagudas sólo en la base. De la familia de las lamiáceas, las flores de lavanda van del azul al violeta suave. La planta crece mejor en suelos bien drenados, rocosos, calcáreos y soleados. El agradable aroma de la lavanda es muy apreciado por las abejas. Tres tipos de lavanda se utilizan frecuentemente por sus efectos terapéuticos: la lavanda aspic, la lavanda verdadera u oficinal y la lavandina. Todos tienen propiedades diferentes y se utilizan de distintas maneras.

La lavanda en fitoterapia

La lavanda desempeña un papel muy importante en fitoterapia. Su excepcional contenido en aceites esenciales la convierte en una planta muy apreciada en aromaterapia, utilizada para calmar y tratar dolencias de la piel. Las sumidades floridas de la lavanda se utilizan en fitoterapia. Las flores pueden producir dos derivados: aceite esencial y polvo total criomolido. En la medicina alternativa, los suplementos de lavanda se utilizan principalmente como calmante, para tratar el nerviosismo o la ansiedad.

Las virtudes de la lavanda en la medicina alternativa

La lavanda puede utilizarse tanto interna como externamente. Es importante asegurarse de que se utiliza correctamente, ya que sus propiedades varían según el modo de empleo.

Uso externo

La lavanda puede aplicarse en masajes o baños externos para tratar diversas dolencias.
● Para el tratamiento de problemas cutáneos como quemaduras superficiales, eczemas, acné, picaduras de insectos y heridas infectadas.
● Para aliviar los problemas de circulación sanguínea
● Para aliviar el dolor asociado al reumatismo
● Contra las mordeduras de víbora (antiveneno)
● Para tratar los piojos (antiparasitario)

Consejos de uso:

Añadir de 1 a 4 gotas de aceite esencial de lavanda a 1 cucharada de aceite vegetal, hasta que la mezcla sea homogénea. Masajear suavemente la parte afectada del cuerpo con este preparado, hasta 3 veces al día.

Uso interno

La lavanda puede utilizarse en infusión (flores secas) o en aceite. Utilizado por vía interna, tiene efectos calmantes y de bienestar, en particular :
● Para tratar los trastornos del sueño,
● Efecto antiespasmódico, gracias a los ésteres que contiene la planta.
● Contra problemas digestivos o úlceras
● Para aliviar infecciones respiratorias como resfriados, sinusitis o asma
● Para tratar migrañas, náuseas o mareos.
● Para reducir el estrés, los trastornos nerviosos y la ansiedad
● Contra los efectos de la depresión leve
● Para aliviar calambres o dolores musculares
● Para tratar la hipertensión arterial.

Consejos de uso:

Dejar en infusión unos 1,5 g de lavanda seca durante al menos 10 minutos en 150 ml de agua hirviendo. Puedes beber este brebaje hasta 3 veces al día para combatir el insomnio y los trastornos nerviosos.

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