El sueño es una parte importante del bienestar. Los adultos necesitan dormir al menos 8 horas al día. Para muchas personas, dormir hoy en día es una pérdida de tiempo. ¿Por qué dormir cuando puedes comer, ver la tele o ganar dinero? Dormir se ha convertido, en el mejor de los casos, en un mal necesario. Pero la falta de sueño puede tener graves repercusiones para la salud. Tras echar un vistazo al impacto de la falta de sueño, he aquí algunos consejos para ayudarle a encontrar o recuperar un patrón de sueño normal.

¿Por qué es tan importante dormir?

La recomendación es dormir 8 horas al día. Algunas personas necesitan mucho más o mucho menos para sentirse en forma. El tiempo que duermas dependerá de cómo funciones. En cualquier caso, debe asegurarse de dormir un mínimo de horas para no exponerse a las desastrosas consecuencias que se describen a continuación:


En las relaciones
Una persona privada de sueño muestra signos de apatía. Busca cierta soledad, quiere aislarse, no quiere entablar conversación. Es el primer síntoma al despertar. El resultado es irritabilidad durante todo el día. Tiende a cuestionar cualquier noción de intercambio hasta que se siente mejor consigo mismo. Además, las víctimas de la falta de sueño son difíciles de abordar. Un estudio a pequeña escala publicado en la revista SLEEP confirma estos rasgos en los sujetos afectados. En el mundo profesional, las consecuencias de una situación así pueden ser más perjudiciales. La falta de sueño podría envenenar tus relaciones o provocar intercambios inapropiados. Lo último que quieres es pensar que te sentirás mejor al día siguiente, porque las consecuencias de la falta de sueño son como un círculo vicioso. Tu mal humor se arraigará en tu psicología, fomentando la negatividad, el pesimismo y la ansiedad. Por eso es importante llegar a la raíz del problema, porque no eres el único afectado.


Sobre tu objetividad:
Como sin duda habrás notado, cuando duermes poco estás menos concentrado. Es un hecho que en un estado de fatiga avanzada, la concentración tiende a disminuir y los errores se multiplican. En estas condiciones, es difícil tomar decisiones racionales y responsabilizarse de ellas, o desarrollar un razonamiento eficaz y alcanzar la objetividad necesaria para la satisfacción personal. La falta de sueño merma gravemente la capacidad de concentración y puede incluso provocar pérdidas de memoria. Por eso a veces se pierden cosas tras una mala noche de sueño. Concretamente, la falta de sueño debilita la demostración de confianza en uno mismo, impide la afirmación personal, provoca una pérdida de reactividad física y un aumento de la emocionalidad, lo que conduce a una menor objetividad en las elecciones y decisiones.


Fisiológicamente:
La falta de sueño también afecta a tu salud fisiológica. La fatiga provocada por la falta de sueño debilita considerablemente el sistema inmunitario. Esto permite que se desarrollen enfermedades víricas como los resfriados, así como dolores musculares (piernas pesadas, calambres, rigidez en el cuello o la espalda). Para deshacernos de estas dolencias, recurrimos entonces a sustancias adictivas que son perjudiciales para el organismo, pero que sólo nos hacen sentir cansados durante un breve periodo de tiempo. Entre ellos se encuentran la cafeína, la teína, la glucosa y la taurina. La dependencia que desarrollan los sujetos a estas sustancias fomenta un estado de estrés y malestar perpetuos.

Otra consecuencia inmediata de la falta de sueño es la sensación constante de hambre. El cuerpo, al no haber tenido tiempo de recargar las pilas, está falto de energía. Por tanto, fomenta el consumo de azúcares porque necesita azúcares rápidos. Así que querrás comer alimentos dulces aunque antes hayas tenido una comida decente.

Consejos para evitar la falta de sueño

He aquí algunos consejos prácticos para combatir la falta de sueño y recuperar un ritmo de sueño normal. Estos son :

  • Eliminar todas las fuentes de distracción física Para evitar esa sensación de abstinencia al acostarte, deshazte de todas las fuentes de información al menos una hora antes de irte a la cama. Internet, ordenador, smartphones, videojuegos…. apágalo todo y en su lugar coge un libro y lee. Esto liberará tu mente y dejará vagar tu imaginación en lugar de mantener tu atención centrada en una sola cosa. También hay que evitar las fuentes de luz, ya que la oscuridad favorece el sueño.

  • Buena higiene personal
    Antes de acostarte, asegúrate de que se dan todas las condiciones para que descanses bien. Eso significa ropa de cama de buena calidad, desde el somier hasta las almohadas. También hay que tener en cuenta que una buena higiene corporal favorece un sueño de calidad.

  • Practica ejercicios de respiración
    En lugar de centrarte en tus preocupaciones pasadas o futuras, concéntrate en tu respiración. Respira larga y profundamente y exhala con la misma calma hasta que el sueño te atrape.

  • Come ligero y haz ejercicio
    Cuando llegue la hora de cenar, no comas en exceso ni te atiborres de comida. Come ligero y en su punto. Después de cenar, puedes dar un pequeño paseo o salir a caminar. Un buen cansancio, ligado a la actividad física, facilita el sueño.

Las consecuencias de la falta de sueño son una preocupación diaria, pero en nuestras ajetreadas vidas nos olvidamos de dejar descansar a nuestro cuerpo. Por desgracia, los problemas causados por la fatiga conducen a un verdadero desequilibrio psicológico y fisiológico. Si tienes problemas para conciliar el sueño, existen algunos remedios naturales que pueden ayudarte a conciliarlo. “La tendencia moderna a acostarse tarde y levantarse muy temprano es nada menos que una bomba de relojería para la salud. Tenemos que actuar con rapidez y encontrar el ritmo adecuado.