Cuando pensamos en carotenos, tendemos a pensar directamente en las zanahorias. Esto no es falso, ya que sí están presentes en las zanahorias. Pero los carotenos también se encuentran en muchas plantas coloreadas. Los carotenos forman parte de la familia de los carotenoides, sustancias liposolubles que sólo pueden ser aportadas por las grasas alimentarias, ya que el organismo es incapaz de producirlas.

Los carotenos son pigmentos que dan color a las plantas. Son elementos importantes para el organismo: algunos son precursores de la vitamina A. La mayoría de los carotenos tienen propiedades antioxidantes especialmente beneficiosas para la salud. Los principales aislados en la sangre son el betacaroteno, el alfacaroteno y el licopeno, siendo el más importante cuantitativamente el betacaroteno.

Betacaroteno para un cuerpo sano y una piel perfecta.

El betacaroteno es un pigmento naranja que se encuentra en las zanahorias (lo que explica su nombre), pero también en los pimientos, las espinacas, la lechuga, el brócoli,los albaricoques y la espirulina. El betacaroteno es el caroteno más conocido y lo ha sido durante mucho tiempo. Es termoestable e hidrosoluble, por lo que hay menos riesgo de que se acumule en el organismo.

El retinol, forma activa de la vitamina A, contribuye a la salud de la piel y se utiliza en la mayoría de los productos antiedad. Desempeña un papel clave en la reafirmación de la piel que sufre una regeneración celular más lenta.

Otros beneficios del betacaroteno

Se ha demostrado que una mayor ingesta de betacaroteno ayuda a prevenir varias enfermedades, como el cáncer de pulmón, las enfermedades cardiovasculares y los problemas de vista.

Los resultados de estudios epidemiológicos sugieren que las dietas ricas en betacaroteno y otros carotenoides pueden contribuir a frenar el desarrollo de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).

Alfa-caroteno para una vida más larga

El alfa-caroteno es la segunda forma más común de caroteno. Su estructura química es muy similar a la del betacaroteno, pero se cree que inhibe diez veces la proliferación tumoral. Se cree que es más eficaz para combatir las células cancerosas del hígado, el cerebro y la piel.

Según Chaoyang Li, investigador principal de uno de los estudios realizados sobre el alfa-caroteno, ahora sabemos que existe una fuerte correlación entre el consumo de frutas y verduras y los niveles sanguíneos de alfa-caroteno para reducir el riesgo de mortalidad. “Sin embargo, aún no se ha determinado el número exacto de raciones de fruta que deben consumirse al día para conseguir una buena concentración de alfa-caroteno”, sostiene.

El licopeno, el caroteno más consumido

El licopeno, que da a los tomates y las sandías su color rojo, es el carotenoide que se consume en mayores cantidades. Entre 5 y 25 mg al día según el país y la estación. La cocción de los tomates mejora considerablemente la absorción del licopeno. Lo mismo se aplica a su ingestión con grasas. El cuerpo humano no puede producirla, por lo que debe obtenerla de los alimentos.

Es un potente antioxidante liposoluble (para mejorar su absorción, cómalo con un chorrito de aceite o rodajas de mozzarella). Al igual que el betacaroteno, tiene propiedades antioxidantes que protegen contra las enfermedades cardiovasculares. Los estudios demuestran que el licopeno es capaz de reducir significativamente no sólo los niveles de colesterol totaly LDL, sino también la hipertensión. Se acumula en determinados órganos como la piel, el hígado, los pulmones y la próstata.

Consejos y precauciones para los carotenoides

  • Cualquier tratamiento dietético o medicinal que implique dosis elevadas de micronutrientes debe ser objeto de seguimiento médico. La ingesta recomendada varía entre 2 y 6 mg al día para los adultos en el caso del betacaroteno, y 15 mg al día para los adultos en el caso del licopeno.
  • El organismo absorbe eficazmente el licopeno cuando se procesa en zumo o salsa.
  • El consumo elevado de alimentos y suplementos ricos en licopeno puede provocar una piel naranja oscura (licopenodermia). Esta coloración desaparece cuando se reduce o interrumpe el consumo de carotenoides.
  • Una ingesta excesiva de betacaroteno puede provocar amarilleamiento de la piel, especialmente en las palmas de las manos y las plantas de los pies.

  • El betacaroteno se considera una fuente segura de vitamina A, mientras que ingerir grandes cantidades de vitamina A preformada (retinol) durante meses o años puede ser tóxico. No te preocupes. Como el organismo sólo convierte en vitamina A la cantidad de betacaroteno que necesita, no hay riesgo de intoxicación.
  • Los fumadores pueden tomar betacaroteno adicional en dosis de 20 mg/día.